La medicina
es ciencia, es arte, es servicio, es vocación… cada cual puede agregar otros
términos que considere afín a ella. Es posible que, a título personal, cada
galeno pueda definir el ejercicio de la profesión médica; los mayores con una
mirada retrospectiva, los más jóvenes con una visión de lo esperado.
Este primer
momento de sucesivas publicaciones para este espacio haré mención de dos
precursores de la medicina dominicana: los doctores Fernando Defilló y Francisco Moscoso
Puello.
Doctor Fernando Alberto Defilló.
De éste eminente
hombre de ciencia quizá muchos conocemos que el Laboratorio Nacional de Salud
Pública se llama Dr. Defilló (fundador de este laboratorio), el edificio de la Faculta
de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, una calle del Distrito Nacional.
Nacido en
San Felipe, Puerto Plata, el 27 de febrero de 1874.
El 13 de noviembre de 1898
obtuvo el título de Licenciado en Medicina y Cirugía. Se doctoró en la
Universidad de Santo Domingo, Primada de América con la tesis “La Sífilis no es
origen Exclusivamente Americano”, reproducida por algunas revistas extrajera.
Estuvo en
parís en dos ocasiones donde recibió reconocimientos especiales, Diploma de
Antiguo Alumno del Instituto Pasteur (junto a Albert Calmette sobre el B.C.G) y
del Instituto del Cáncer, y Médico Malariólogo de la Universidad de París.
Su
artículo sobre la lepra en República Dominicana fue publicado por la
prestigiosa revista Presse Medicalle,
impreso luego como folleto por la Libraire
Masson y citado por varios autores en Medicin
Infantile y Les Actualites Medicaux.
El Curso de Clínica Médica para graduados,
inaugurado por Defilló en agosto de 1905, en el Hospital Militar fue la primera
instrucción de educación continuada desarrollada en el país, y uno de los primeros
en todo el mundo.
Pionero en
el hallazgos de Cyclops coronatus, bilharzia,
Culex fatigans, y de la monilia (Candida albicans).
Aisló por primera vez el Treponema Carateum brup, causante del mal del pinto o carate.
Aisló por primera vez el Treponema Carateum brup, causante del mal del pinto o carate.
Logró aislar del anamú (Petiveca Alliacea) un alcaloide en estado de pureza confirmando la
eficacia pronunciada por los curanderos criollos para el tétanos.
Inició el
uso de soluciones alcohólicas de aceite esenciales de canela, tomillo y clavo,
diluidas en agua, para la desinfección de los pisos y paredes del Hospital
Militar, donde trabajaba.
Lamentablemente se le retiro el suministro para
continuar su uso y la consideraron costosas e inútiles.
Tres décadas después el
profesor Simón Rissler, de la Soborna, demostró la eficacia bacteriostática de
esas soluciones, en vaporizaciones.
Francisco Eugenio Moscoso Puello
Nació en
Santo Domingo el 26 de marzo de 1885. Graduado de medicina en enero de 1910 en
el Instituto Profesional de Santo Domingo. Su tesis “La Karioclasmatosis, una
nueva función del sistema linfático”.
Recién
graduado, inició y dirigió gratuitamente durante un año la Sala de Socorro Municipal de San Pedro de Macorís.
Es pionero
en el país de:
Craniectomía
de Boyen (con éxito) en un caso de epilepsia jacksoniana.
La segunda y
la tercera entre las tres primeras ovariohisterectomías totales.
Empleo
quirúrgico de la anestesia raquidiana.
Introducción
de la radiología
Autor de
varias publicaciones literarias y científicas.
En su literatura sobresale su obra “Historia de la Medicina en Santo Domingo”.
En su literatura sobresale su obra “Historia de la Medicina en Santo Domingo”.
Recuerdo esos 6 tomos cuando
los consultaba en mis primeros semestres de universidad.
Para mí esos años
fueron unos libros como cualquier otro, ahora reconozco que son un legado
único.
Los datos de
estos párrafos fueron tomados del libro “Precursores de la Medicina en América”
del doctor Sebastián Rodríguez Lora, publicado en 1989. Además recomiendo visitar
la web de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma Santo Domingo opción “notables de la
salud”, donde están las biografías de otros eminentes médicos.