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Gobiernos peledeístas no han podido reducir auge del crimen

ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En 12 años de gobiernos consecutivos del Partido de la Liberación Dominicana (2004-2016), con dos presidentes distintos, las estrategias para combatir la criminalidad se han quedado rezagadas ante el desafío de delincuentes que asaltan bancos, colmados, viviendas, transeúntes, asesinan por paga o roban vehículos con métodos tan aterradores como el entierro de las víctimas en una fosa común.

En el transcurso de esos años las acciones delictivas se han desbordado principalmente en el Gran Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal pero también en La Altagracia, La Vega y Puerto Plata.

Aunque los crímenes y atracos tienen sus picos, en los últimos meses la sociedad dominicana ha entrado en pánico ante su recurrencia, por lo que existe la sensación de que nadie está a salvo. Y no es para menos cuando se organizan asesinatos desde las cárceles o se cometen alrededor de ocho robos en colmados ubicados en el sector capitalino de Los Cacicazgos, próximo a la residencia del presidente Danilo Medina.

Como telón de fondo aparece, en muchos de los hechos criminales, la complicidad de agentes policiales y militares.

La participación de estos ha llegado a tal extremo que la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, advirtió en el 2015 que en el 90% de los casos de criminalidad, narcotráfico y sicariato están involucrados miembros de la Policía Nacional y del Ejército.

Y en mayo pasado la embajada de Estados Unidos alertó a los ciudadanos norteamericanos que tomaran precauciones al transitar por las carreteras del país, debido a la ocurrencia de asaltos protagonizados por personas con ropa policial o militar.

Seguridad Democrática. Ante la falta de seguridad la respuesta de las administraciones peledeístas se ha concentrado en dos ejes: el Plan Nacional de Seguridad Democrática, aplicado en el Gobierno de Leonel Fernández, y el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, que ejecuta la actual gestión de Danilo Medina.

Ambos programas han estado bajo la directriz del Ministerio de Interior y Policía.
En el 2005, cuando la tasa de homicidios era de 21.6 y los atracos eran una constante, el Gobierno de entonces prometió que con el Plan de Seguridad Democrática se reducirían los índices de criminalidad.

Ese plan tenía un enfoque preventivo con la asistencia social a los residentes en los barrios más pobres e inseguros. Para tales fines se creó el subprograma Barrio Seguro, que tenía entre sus objetivos el financiamiento a microempresarios, reconstrucción de viviendas, instalación de centros de capacitación y las becas para jóvenes estudiantes.

Otro de los componentes importantes era la transformación de la Policía Nacional para hacerla menos represiva, cerrarle los huecos a la corrupción interna y mejorar las condiciones de vida de los agentes y sus familiares. Para reforzar el patrullaje policial en Santo Domingo se compraron 52 motocicletas tipo Harley Davidson, a un costo de RD$32.50 millones, ya que cada una tenía un valor de US$17,000. Su efectividad fue de corta duración, por lo que en el 2007 pasaron a la División de Ordenamiento de Carreteras, que dirigía la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).

En cuanto a la repercusión que tuvo el plan en la reducción de la delincuencia las estadísticas demuestran que, en el 2006, la tasa de homicidios bajó a 20.3 y en el 2007 a 18.4. Sin embargo, aumentó de nuevo hasta enquistarse, en 2011, en 25.1.

En el 2012, a la salida de Fernández del poder, la tasa de homicidios bajó a 22.4. En ese año se registraron 624 homicidios relacionados con la delincuencia, 951 vinculados con la convivencia y 236 con la intervención de las fuerzas de seguridad del Estado.

A la llegada de Danilo. Medina se estrena en la Presidencia con las secuelas del delito; para citar solo una en el 2012 se reportaron 12,537 robos, de los cuales 8,547 se produjeron sin violencia y 3,990 con violencia, según los datos de la Policía Nacional.

También se registraron 2,268 homicidios, en su mayoría con armas de fuego. En estos se incluyen los suicidios. En el 2013 ocurrieron 2,526 muertes violentas, de las que

1,978 tenían que ver con homicidios y 568 con suicidios. En ese año también se reportó el robo de 8,598 vehículos, sobre todo de motocicletas.

En marzo de ese año Medina anunció el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, con el propósito de bajar los índices de criminalidad, atacar sus causas en el contexto social y devolverle a la población la tranquilidad perdida.

Para tener un diagnóstico del crimen se creó el Observatorio de Seguridad Ciudadana, una plataforma donde se registran los hechos delictivos y muertes violentas por lugar de procedencia.

Con ese mapa referencial el Gobierno debe tener incidencia en materia preventiva. Desde esa perspectiva se implementa el programa Vivir Tranquilo, que sustituyó al Barrio Seguro.

Paradójicamente, a pocos meses de implementarse esa estrategia murió en un asalto la oficial Zuleyka Ponciano, guardespaldas de una de las hijas del presidente Medina.
En el 2014 se creó el Consejo Nacional de la Seguridad Ciudadana, integrado por los ministerios de la Presidencia, de Interior y Policía, las Fuerzas Armadas, la Procuraduría General de la República, la Policía Nacional y el Consejo Nacional de Drogas.

Los datos del Observatorio indican que en 2014 y 2015 la tasa de homicidios se mantuvo en 18 y que alrededor de un 30% de esos hechos guardan relación con la delincuencia.

Por .
Fuente: hoy

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