Por Segundo Imbert Brugal.
Psiquiatra, observador socio- político, opinador. Aficionado
a las artes y disciplinas intrascendentes de trascendencia intelectual.
ATMÓSFERA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Una colaboración especial entre agentes suizos,
norteamericanos y brasileños devela que ejecutivos de Odebretch utilizaban
cuentas en paraísos fiscales para pagar sobornos y campañas en el exterior.
El tres de agosto del 2011, el periodista Juan TH, en su
columna del vespertino “El Nacional”, se preguntaba qué buscaba Danilo en Brasil. Comentó: “El PLD le ha
tomado a Brasil un amor extraño, sospechoso. Empresas brasileñas están en la
construcción de puentes, elevados, túneles y carreteras”. El veterano analista
fue el primero en alertar sobre aquel singular viaje.
Quiero ayudarle a resolver aquella interrogante, aunque a
estas alturas del escándalo las tenga resuelta. De todas maneras, le organizaré
algunos datos, y así podrá darse el gusto de exclamar ¡más claro no canta un
gallo!
Ah, y de pasada, coloco una fotografía del viaje, tenebrosa,
premonitoria – o auspiciosa; depende si has quedado favorecido o engañado. He
aquí la secuencia.
2002, afianzado Leonel en el poder. Odebretch construía gran
parte de las obras de infraestructura en
este país de forma monopolista.
Danilo Medina, caminando en una calle de Brasil, y detrás se
ve parcialmente a Joao Santana
2011, el candidato Medina visita brevemente Brasil con el
propósito de granjearse el apoyo
político de Lula Da Silva y Dilma Rousseff.
(En esa estadía se toma la fotografía
del entonces candidato seguido de cerca por Joao Santana, sombra del futuro mandatario.)
2012, la campaña presidencial del PLD resulta ser una copia
exacta de la brasileña. El consultor Santana ya había tomado plena posesión de
la propaganda estatal.
2013, Lula Da Silva aterriza en el país con el propósito, en
apariencia, de intercambiar abrazos con
su amigo el presidente dominicano.
2014, se firma el contrato para la construcción de dos
plantas de carbón con Odebretch. El resto de licitantes y los partidos de oposición acusan al gobierno de cometer
graves irregularidades durante el proceso.
2015, se acusa al expresidente Da Silva de haber financiado
sus viajes a Cuba, Angola y República
Dominicana, a través de la constructora Odebretch, con el propósito de
cabildear contratos y mostrarse generoso
con importantes políticos de esas naciones.
El “mercadeiro” Santana seguía instalado en palacio
dirigiendo a su antojo la campaña reeleccionista de Danilo Medina. En las oleadas de chisme políticos viajaban
rumores sobre la procedencia de los fondos para pagar a tan costoso asesor.
2016, el consultor de nuestro presidente es apresado en Río
de Janeiro. Confiesa tener cuentas “off shore”, y una o dos compañías
dominicanas vinculadas con el Estado.
2016, marzo, “O Ministério Público de São Paulo (MP-SP)
denunciou à Justiça, nesta quarta-feira (9), o ex-presidente Luiz Inácio Lula
da Silva por crimes de estelionato, falsidade ideológica, organização criminos
e lavagem de dinheiro…”
2016, marzo, el periódico “O Globo du Brasil”, hace pública
una información donde se afirma que Joao Santana recibía de Odebretch dinero
para dos tipos de servicio. Uno que
cubriría gastos de campaña para Lula y Dilma, y otro para los “amigos
del lulismo”. Denuncian que la relación de Santana con la poderosa
constructora era clave dentro de una red
criminosa de lavado y soborno: manejaba y escogía candidatos intentando
multiplicar contrataciones para la compañía. (O Globo du Brasil)
Una colaboración especial entre agentes suizos,
norteamericanos y brasileños devela que ejecutivos de Odebretch utilizaban
cuentas en paraísos fiscales para pagar sobornos y campañas en el
exterior. Cuentas manejadas por Marcelo Odebretch, condenado a
diecinueve años de cárcel la semana pasada. (O Globo du Brasil)
En otras palabras, Juan TH tenía razón: hubo “gato entre
macuto” en aquella visita del candidato a Brasil en el 2011.
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