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Los verdaderos precios de los combustibles que no llegan al consumidor

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los parámetros que aplica el Ministerio de Industria y Comercio para reajustar semanalmente los precios de combustibles no cumple con la ley 112-00, sobre Hidrocarburos, porque cuando el petróleo baja en el país no se refleja a la siguiente semana en el usuario final, como lo indica la normativa.

 El Ministerio de Industria y Comercio no ha podido transparentar las ventas, porque  hay un mercado negro que controla el negocio, sin tomar en cuenta las consecuencias que afectan a la economía dominicana.

Y esa acción es ilegal, ya que manipulan los cálculos de los precios de los combustibles en la ecuación de indexación que  debían ser de la siguiente forma:

La gasolina premium debía costar RD$192.00, la regular se debe vender a RD$180.40, gasoil premium costaría RD$165.68, el gasoil regular costará RD$160.08, el Kerosene debió venderse a RD$1415.44, Gas Licuado de Petróleo (GLP) a RD$87.04, el Gas Natural Vehicular (GNV) a RD$28.53 y el Avtur a RD$115.12, a una tasa del dólar a RD$43.85.

Si tomamos  en cuenta la resolución 121-2006 de dicho ministerio cuando el barril del petróleo costaba lo mismo que ahora, los precios de los combustibles fueron los siguientes: Gasolina Premium a RD$ 131.60, Gasolina regular a RD$119.10, Gasoil Premium a RD$102.50,Gasoil regular a RD$76.66, Avtur a RD$88.76,Kerosene a RD$102.60, GLP a RD$69.23 y la tasa del dólar a RD$32.95.

En ese mismo tenor, ese ministerio no cumple con la aplicación del decreto 625-11 cuando se trata de aumentar o bajar en los precios de los combustibles, a fin de minimizar el impacto de las fluctuaciones, como demuestra el historial de cambios de precios de este año.

En el 2005, en Nueva York el barril West Texas Intermediate (WTI) se cotizaba hoy a 42,40 dólares, un récord mínimo, la cotización del Brent del Mar del Norte bajó hasta 39,50 dólares el barril en Londres, también por primera vez desde enero de 2005.

En ese año, el descenso en los precios se debió a una combinación de factores, incluyendo un incremento en los inventarios, grandes cambios en la calidad del petróleo que las refinerías pueden usar el año entrante y un grave deterioro de la demanda.

Hoy en día, los bajos precios representan una ganancia de corto plazo para los consumidores y las empresas, desde familias que pagan menos por el combustible a las aerolíneas. Sin embargo, un declive sostenido en el precio del crudo también tiene sus desventajas. Las economías que dependen de los precios de la energía, como Venezuela, Irán y Rusia, pueden enfrentar enormes descalabros. Y hasta los empleos se pueden ver afectados.

La caída en el precio del petróleo también reduce la voluntad política de seguir adelante con costosos proyectos de energía renovable y menoscaba la urgencia de los debates sobre temas como la eficiencia de los autos y las perforaciones en alta mar. El peligro es que cuando el precio del crudo se recupere, las comunidades estén menos preparadas para enfrentar las consecuencias.

Es oportuno recordar que un plan parecido de transformación fue anunciado por las actuales autoridades. En ese sentido, muchas personas se preguntan ¿cuál será el futuro energético de República Dominicana ante las alzas del petróleo? Nuestro futuro energético está en la gama de tecnologías que se cree conveniente en estos momentos en el ámbito mundial, y la cual está siendo implementada tanto en países desarrollados como en desarrollo. Y es bueno que señalar que aunque nuestro desarrollo tecnológico es débil, esto no impide que implementemos cambios tecnológicos que nos beneficien. Por lo menos hoy en día tenemos energía eólica.

Los problemas que presenta la sociedad dominicana no son pequeños y están empeorando con las políticas que incentivan el crecimiento urbano sin planes y sin frenos hacia el futuro, ya que el incremento de la desigualdad económica demandará más subsidio energético para las clases media y baja debido a las inversiones, como ya se dijo, sin planificación y sin visión de futuro, y, además, al uso ineficiente de la energía y el espacio.

Nuestro país necesita una nueva política energética ya que la política actual no es adecuada para los desafíos del mañana como son el desafío ambiental; el desafío de reducir la importación de derivado de petróleo, con producción local de combustibles bioenergético, y, además, la necesidad de modernizar parte de la plataforma energética e incrementado el tipo de generación eléctrica en base a agua, gas, carbón y otras fuentes primarias de energía.

Finalmente, nos preguntamos, ¿Qué estará pensando el Ministerio de de Energía y Minas? Aprovechará el ritmo de bajada del petróleo?

Escrito por Héctor Teódulo González Vargas, ingeniero eléctrico y vicepresidente de la Hermandad de Pensionados y Jubilados de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (HEPEJCODEEE).

Contacto: hteodulovargas@gmail.com 

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