Las acciones acordadas fueron
incluidas en el Plan de Acción de Brisbane y su implementación y resultados
serán controlados tanto por el G20 como por el Fondo Monetario Internacional
(FMI) que, junto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), fijaron la estimación de crecimiento.
"El plan de acción contiene
800 propuestas de reforma distintas y, si hacemos todo a lo que nos hemos
comprometido, el FMI y la OCDE nos dicen que nuestro PIB será un 2,1 % más
alto", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, al cierre de la
cumbre.
Según el comunicado final de la
cumbre, alcanzar este objetivo supondría inyectar más de 2 billones de dólares
(1,6 billones de euros) a la economía global y crear millones de puestos de
trabajo.
Este crecimiento eleva el objetivo
del 2 % fijado en febrero por los ministros de Finanzas y que fue rebajado al
1,8 % en la reunión ministerial en septiembre, al tener en cuenta que la
economía mundial se ralentizaba.
Entre las medidas acordadas para
impulsar la economía destaca la creación del Núcleo Global de Infraestructuras,
que tendrá un mandato de cuatro años para mejorar la calidad de las inversiones
en infraestructuras en todo el mundo.
El organismo, que tendrá sede en
Sídney, "contribuirá a desarrollar plataformas de intercambio de
conocimiento entre gobiernos, sector privado, bancos de desarrollo y organismos
internacionales", según el comunicado.
Otras medidas acordadas persiguen
hacer una economía más resistente, reforzar los sistemas financieros y promover
un sistema tributario más justo que obligue a las empresas multinacionales a
pagar impuestos en los países donde generan ingresos, además de luchar contra
la corrupción.
Las acciones acordadas persiguen
incrementar la inversión, el comercio y la competitividad, según el G20, que
vinculó el éxito de las propuestas con la creación de puestos de trabajo de
calidad.
En este ámbito del empleo, el G20
se fijó como objetivo reducir la brecha de participación en el trabajo entre
hombres y mujeres en un 25 % en 2025, lo que supondría la incorporación de 100
millones de mujeres al mercado laboral.
Los líderes del G20 también
enfatizaron la necesidad de una mayor colaboración en asuntos energéticos para
mejorar la eficiencia en su uso, incluida la eliminación de subsidios a los
combustibles.
La declaración final de 21 puntos
también incluyó una mención al cambio climático pese a que Australia había
excluido este asunto de la agenda.
El grupo mostró su apoyo a
"acciones fuertes y efectivas" para afrontar el calentamiento global
y se comprometió a trabajar "para adoptar un protocolo, otro instrumento
legal o acordar medidas con fuerza legal" en la conferencia de París del
año próximo.
Durante el encuentro, el
presidente estadounidense, Barack Obama, anunció una contribución de 3.000
millones de dólares al Fondo Verde para el Clima, mientras que Japón se
comprometió a aportar 1.500 millones.
El G20 también mostró su
preocupación por el "impacto humanitario y económico" del ébola en
Guinea-Conakri, Liberia y Sierra Leona, y declaró su apoyo a una respuesta
"urgente y coordinada".
El Fondo Monetario Internacional
presentó ayer al grupo un plan de 300 millones de dólares de ayuda a los tres
países basado en préstamos, subvenciones y condonación de deuda, y hoy su
directora gerente, Christine Lagarde, anunció que pedirá la "participación
activa" a los líderes de estos países.
Asimismo, el comunicado instó a
tomar más medidas para evitar los problemas derivados de los procesos de
reestructuración de deuda, una mención que fue celebrada por la delegación
argentina que considera que comienza a ponerse límites a los acreedores
"buitres".
Fuera de la agenda y de la
declaración final quedaron las críticas del bloque occidental y sus
advertencias de más sanciones a Rusia por la injerencia de Moscú en Ucrania,
que ensombrecieron el debate sobre el crecimiento económico en el inicio de la
cumbre.
Los países miembros del G20
representan el 85 % del PIB mundial, el 80 % del comercio global y tienen dos
tercios de la población total.
El G20 cuenta entre sus miembros a
la Unión Europea, el G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y
Francia), además de Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India,
Indonesia, México, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Además, Australia ha invitado a su
vecino Nueva Zelanda a estas reuniones, mientras que España acude como invitado
permanente desde 2010. EFE
Autor: Jordi Calvet.
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