Por Fermín Lorenzo Martínez.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El veto que utilizó el
Presidente Danilo Medina con el anteproyecto de ley emanado por el Senado de la
República que declaraba la Loma Miranda como parque nacional, además de
inconstitucional es una muestra más de la desacertada estrategia comunicacional
que ha venido implementando la cúpula gerencia del actual gobierno.
Cuando el Presidente devolvió al Congreso el citado
anteproyecto debió señalar los artículos específicos que observaba, pero en
esta ocasión lo hizo con el legajo completo, lo que significa que lo ha vetado
en su totalidad, y dado que en nuestra constitución no existe la figura del
veto, entonces contraviene la carta magna de esta República.
La estrategia comunicacional utilizada estuvo coja, no tomó
en cuenta la aceptación mayoritaria que el tema que se lesionaba había calado
en todo el país, con los intereses particulares de quienes estaban a favor y en
contra. Algo que solo se acepta si hay inexperiencia o un alto nivel de
desprecio personal-profesional.
Las gestiones que el Gobierno, acompañando a sectores y
empresas privadas, utilizó horas antes de hacer publico su veto a la ley sobre
Loma Miranda, con medios de comunicación y hacedores de opinión publica pudo
haberlo realizado con mayor anterioridad y se hubiese evitado gastar mayores
recursos y obtener mejores resultados, pero parece que el caldero no tiene un
buen cocinero.
En esta ocasión se jugó a la estrategia de la popularidad
presidencial profundizando la baja credibilidad de los legisladores.
Dado que la credibilidad de los congresistas está muy
deteriorada ante la gran población, diferente a lo que sucedía con la del
Presidente Medina. Entonces había que profundizar la de los legisladores y
elevar la del mandatario.
Por eso se presentó a los legisladores como entupidos,
imprecisos, inexpertos, leguleyos, incapaces, deficientes, en fin, los
descalificados y culpables de que se haga realidad el deseo mayoritario de que
se declare a Loma Miranda como parque nacional y preservar ese importante
pulmón y hacedor de vida para el país.
Fueron ellos quienes elaboraron una ley apoyada en leyes inexistentes
y sin la creación de otra sobre limítrofe territorial. Que barbaridad!!!
En la prioridad gubernamental lo económico ha prevalecido
sobre la calidad de vida de la mayoría de los dominicanos, que serían los
perjudicados con la explotación salvaje que se haría en Loma Miranda. Lo mismo
sucedió con la renegociación del contrato de la Barrick Gold, que lo económico
tuvo prevalencia sobre el impacto ambiental que las acciones de esas empresas
dejarían a la nación.
La estrategia fue fallida porque ahora resulta que el veto ha
tirado por la borda la popularidad del Presidente de la República y sepultado
aun más la de los legisladores que fueron incapaces de preveer y corregir las
fallas que públicamente les ha enrostrado el mandatario, haciéndolos poseedores
de los calificativos antes expuestos.
El entuerto del veto se podría corregir con la inclusión en
el caldero presidencial de la carne a que aspira la mayoría de los dominicanos,
que sería la preservación real y definitiva de Loma Miranda como parque
nacional, pero al parecer en el ambiente oficialista más pudo el interés que el
amor que le tenía.
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